Mientras tanto el mariscal Model intentaba organizar las pocas fuerzas disponibles para hacer frente al inevitable ofensivo aliado que se avecinaba. Mas cerca del frente el general Student del recien formado ¿ ejercito de paracaidistas trataba de administar sus pocas unidades gastadas para crear una defensa factible frente a los británicos. Por suerte suya, con cada hora y día que pasaba, esas fuerzas aumentaban con la llegada del XV ejercito de Van Zangen, escapado de la costa belga y el estuario del río Scheldt. En Arnhem disponían de unidades desconocidas por la inteligencia aliada, donde los restos del II cuerpo Panzer de la SS estaba reformandose. Por casualidad estaba organizada justo para responder a un posible ataque aerotransportada en las llamadas ‘compañías de vigilancia’ esparcidas alrededor de la ciudad.
Las comunicaciones por carretera y ferrocarril con alemania eran excelentes, lo cual hacia que una vez empezada la batalla les fortelacía su posición cada vez mas ante lo que les venía, literalmente, encima. Ese fue el caso del cuartel general del mariscal Model en Wolfheze, cuando los paracaidistas británicos empezaron a aterrizar a escasa distancia. Temía un intento de raptarle y abandonó rápidamente el edificio, con los oficiales y soldados detrás. Esto causó un parálisis temporal en el mando local y nacional justo en el momento clave, abriendo una ventana de oportunidad que aprovechó el 2º batallón de la 1ª división aerotransportada para llegar hasta el puente. Esta situación no impidió que los mandos intermedios sobre el terreno tomaron las medidas oportunas de la forma agresiva y contundente que caracterizaba al ejercito alemán. La maquina funcionaba incluso sumergido en el caos, como demostraba repetídamente en todas las frentes.
Durante los dias que la batalla resultaba indecisa, llegan refuerzos alemanes variapintas de toda holanda, de alemania y puntos varios, era el foco de todo el frente del oeste. Casi siempre fueron arrojados directamente a la batalla donde hacían falta para tapar los huecos y intentar forzar el resultado. La batalla estuvo en la balanza durante una semana hasta que los dos bandos se dieronn cuenta de que la operación Market-Garden había sido un fracaso. Un saliente de 80km como un dedo apuntando a ninguna parte, rodeado del enemigo no valía nada sin el último puente para cruzar el rhin. Sin embargo, una vez que el XXX cuerpo fue parado en Elst, unos kilometros al sur de Arnhem, era evidente que la suerte estaba echada.
Ahora la historia se repite: el cielo se llena de una flota imensa de aviones y planeadores interminables. Pasaban por encima durante media hora por donde volaban. La tarde del 17 de septiembre se afloraba con paracaidas a lo largo de la carretera entre Eindhoven y el rhin al norte. Un joven oficial alemán miraba el cielo y se dice”¿nieve? No, no puede ser, jamas nieva en septiembre.” No daban crédito a lo que estaban viendo. Incluso el general Student, al mando del recien formado I ejercito de paracaídistas, estaba de pie en el tejado de su cuartel general viendo el espectáculo y maravillando ante el despliegue de medios del que disponían las tropas aerotransportadas aliadas. Desde Creta Hitler había prohibido operaciones de paracaidistas y estaban condenados a luchar en tierra.
Las tropas alemanes pronto salen de us asombro y empiezan a disparar a planeadores, transportes y los paracaídistas que literalmente les vienen encima. El asalto desde el aire y la lucha encarnizada para decidir la suerte de la operación Market-Garden ha empezado. ¿Hacia que bando se inclinarán las fortunas de la guerra esta vez? Es tu oportunidad para decidirlo.
Las comunicaciones por carretera y ferrocarril con alemania eran excelentes, lo cual hacia que una vez empezada la batalla les fortelacía su posición cada vez mas ante lo que les venía, literalmente, encima. Ese fue el caso del cuartel general del mariscal Model en Wolfheze, cuando los paracaidistas británicos empezaron a aterrizar a escasa distancia. Temía un intento de raptarle y abandonó rápidamente el edificio, con los oficiales y soldados detrás. Esto causó un parálisis temporal en el mando local y nacional justo en el momento clave, abriendo una ventana de oportunidad que aprovechó el 2º batallón de la 1ª división aerotransportada para llegar hasta el puente. Esta situación no impidió que los mandos intermedios sobre el terreno tomaron las medidas oportunas de la forma agresiva y contundente que caracterizaba al ejercito alemán. La maquina funcionaba incluso sumergido en el caos, como demostraba repetídamente en todas las frentes.
Durante los dias que la batalla resultaba indecisa, llegan refuerzos alemanes variapintas de toda holanda, de alemania y puntos varios, era el foco de todo el frente del oeste. Casi siempre fueron arrojados directamente a la batalla donde hacían falta para tapar los huecos y intentar forzar el resultado. La batalla estuvo en la balanza durante una semana hasta que los dos bandos se dieronn cuenta de que la operación Market-Garden había sido un fracaso. Un saliente de 80km como un dedo apuntando a ninguna parte, rodeado del enemigo no valía nada sin el último puente para cruzar el rhin. Sin embargo, una vez que el XXX cuerpo fue parado en Elst, unos kilometros al sur de Arnhem, era evidente que la suerte estaba echada.
Ahora la historia se repite: el cielo se llena de una flota imensa de aviones y planeadores interminables. Pasaban por encima durante media hora por donde volaban. La tarde del 17 de septiembre se afloraba con paracaidas a lo largo de la carretera entre Eindhoven y el rhin al norte. Un joven oficial alemán miraba el cielo y se dice”¿nieve? No, no puede ser, jamas nieva en septiembre.” No daban crédito a lo que estaban viendo. Incluso el general Student, al mando del recien formado I ejercito de paracaídistas, estaba de pie en el tejado de su cuartel general viendo el espectáculo y maravillando ante el despliegue de medios del que disponían las tropas aerotransportadas aliadas. Desde Creta Hitler había prohibido operaciones de paracaidistas y estaban condenados a luchar en tierra.
Las tropas alemanes pronto salen de us asombro y empiezan a disparar a planeadores, transportes y los paracaídistas que literalmente les vienen encima. El asalto desde el aire y la lucha encarnizada para decidir la suerte de la operación Market-Garden ha empezado. ¿Hacia que bando se inclinarán las fortunas de la guerra esta vez? Es tu oportunidad para decidirlo.
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